Thirty Bees y PrestaShop tienen enfoques distintos. TB nació como un fork de PS 1.6 buscando más estabilidad, y es cierto que puede ser más ligero en algunos entornos. Pero también tiene una comunidad mucho más pequeña y menos soporte especializado, lo que en proyectos grandes puede ser un riesgo.
PrestaShop, por su parte, sigue siendo el CMS más extendido en e‑commerce open source, con un ecosistema enorme de módulos y desarrolladores. Eso implica más opciones de integración, aunque también más dependencia de terceros.
Al final, no se trata de que uno sea “misión imposible” y el otro “perfecto”, sino de valorar qué plataforma encaja mejor con las necesidades de cada negocio y con el soporte que se espera tener a largo plazo.