
La palabra está en boca de todos, se dijo 128 veces durante los últimos NASDAQ Investor Days. La fiebre del metaverso ha invadido el planeta, todos los sectores combinados. ¿Se trata de una moda pasajera o el fenómeno presenta oportunidades reales para el comercio electrónico?
El metaverso
¿Qué mejor que apoyarse en la definición de su precursor para hablar de metaverso? Según David Baszucki, fundador y director ejecutivo de la plataforma de creación de videojuegos Roblox, el metaverso es un lugar digital donde las personas se reúnen e interactúan en millones de experiencias virtuales en 3D. Por lo tanto, el metaverso no sería más que un mundo virtual por derecho propio superpuesto al mundo real. Integraría ciudades, tiendas, negocios... Las funciones sociales y económicas de nuestro mundo físico se transpondrían a un mundo paralelo cuya finalidad sería divertirse, trabajar, formarse, en definitiva, vivir.
En 2021 muchas empresas ya se habían lanzado al metaverso. El pasado mes de octubre, Mark Zuckerberg anunció en un vídeo futurista la mutación de Facebook a Meta, apostando por una red social en el metaverso. El juego 3D The Sandbox también se posicionó en el metaverso el mismo año. Ahora permite que los usuarios compren y revendan terrenos y casas virtuales, lo que llevó a la empresa a obtener una recaudación de fondos de 93 millones de dólares a finales de 2021. Por no hablar de Microsoft Teams, que formalizó la plataforma Mesh, la versión del metaverso de Teams, hace unos meses.
¿Qué oportunidades representa para el comercio electrónico?
Si el metaverso se limita para muchos a los sectores de TI y videojuegos, el entusiasmo se percibe en retail. Gigantes internacionales como Nike o L'Oréal ya han dado el paso invirtiendo en parcelas digitales. En el ámbito del comercio electrónico, el gigante chino Alibaba tiene la intención de ofrecer su marketplace. La idea es acercar la experiencia virtual al comercio físico.
La adquisición de bienes a nivel del consumidor es, por lo tanto, uno de los temas primordiales del metaverso. Un tema por el que el comercio electrónico se va a interesar cada vez más. La máquina ya está en marcha, Gucci vendió recientemente un bolso virtual a un precio superior que su versión en físico. El sector del lujo no es el único interesado en el metaverso. Vemos igualmente una oportunidad para destacar los productos y alcanzar los objetivos en la gran distribución. Un interés más que evidente a día de hoy por el comercio electrónico, que pronto debería convertirse en metacomercio. Un estudio del pasado mes de diciembre firmado por Obsess y dedicado a las compras en el metaverso es categórico: el 70% de los consumidores que visitaron una tienda virtual terminaron comprando un artículo allí. Por lo tanto, las tiendas digitales y las compras aumentadas parecen allanar el camino hacia una versión mejorada del comercio electrónico que promete ser más inmersivo, más entretenido y, por ende, más atractivo.
Las marcas parecen haber entendido ya el mensaje: el metaverso no es ni más ni menos que otra oportunidad para enriquecer las experiencias de los usuarios y generar más engagement a través de nuevas experiencias. Claro, siempre que ya domines sus fundamentos en el mundo real.